Lavanda en el huerto ecológico. Permaculture in Galicia
Cultivo de la lavanda en el huerto ecológico
Uno de los principales errores a la hora de elegir qué plantas incorporar al diseño de nuestro huerto es el de pensar que es inútil poner plantas que no den frutos.
Sin embargo, las plantas aromáticas cumplen una función fundamental en nuestro huerto ecológico. Aunque no nos proporcionen fruto, son altamente beneficiosas.
Una de las plantas aromáticas más importantes es la lavanda.
La lavanda es un arbusto perenne, pudiendo durar alrededor de 10 años, con lo cual no tendremos que plantarla anualmente.
Es una planta melífera, que son aquellas utilizadas por las abejas para la producción de miel. Por tanto, la lavanda atrae insectos polinizadores a nuestro huerto, principalmente abejas, ayudándonos a aumentar la producción de frutos. Este simple detalle es suficientemente significativo para incorporar la lavanda al diseño de nuestro huerto.
En la actualidad, debido al uso intensivo de insecticidas y pesticidas químicos, la población de abejas está sufriendo graves daños, dificultando su supervivencia. Por lo cual, cultivar lavanda en nuestro huerto, además de favorecer a nuestros cultivos, ayuda a la conservación del ecosistema.
La lavanda posee unas hojas color verde grisáceo, y en verano podremos disfrutar de su hermosa floración de espigas de flores violeta-azuladas de exquisito aroma. Es muy común ver a las abejas sobre sus flores recolectando el polen que les ofrecen.
Es una planta muy rústica, pudiendo llegar al metro y medio de altura. Prefiere la exposición directa al sol aunque se desarrolla bien en semisombra, y aguanta muy bien las heladas. Se adapta bien a diversos ambientes y tipos de suelo; aunque prefiere suelos secos y sueltos. No es necesario un gran aporte de materia orgánica. Un detalle importante a tener en cuenta es que la lavanda requiere de un buen drenaje, siendo muy importante para su correcto desarrollo.
La lavanda no necesita mucha agua, pues aguanta muy bien la sequía. El agua de la lluvia será suficiente para satisfacer sus necesidades. Aunque en períodos demasiados secos con ausencia de precipitaciones es aconsejable reforzar con un riego moderado mensual, durante su crecimiento.
Hay que tener en cuenta que si la tenemos plantada en maceta, debemos proporcionarle riegos moderados de forma semanal.
Es aconsejable la eliminación de malas hierbas que compitan por los nutrientes para conseguir una buena producción floral.
A partir del segundo año de floración podemos empezar a cosechar sus hermosas flores para secarlas y utilzarlas para aromatizar así como para la extracción de aceites esenciales.
En definitiva, el cultivo de la lavanda en nuestro huerto es una elección acertada, pues mejorará nuestra producción de frutos, gracias a su poder de atracción de polinizadores. Además, disfrutaremos de su fragancia y la belleza de sus flores durante el período estival, al mismo tiempo que aportaremos nuestro pequeño granito de arena en la ayuda a la conservación del ecosistema.
Música:
«Bomber (Sting)» by Riot
«Hon Kyoku» by Doug Maxwell/ Zac Zinger
«Hydra» by Huma-Huma
«Angelic Forest» by Doug Maxwell/Media Right Produc.