Entrevista a Kike Llanes, de Rhizobium. Permacultura en Galicia
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Entrevistamos a Kike Llanes; diseñador en Permacultura por el Instituto de Investigación de Permacultura en Australia, licenciado en Antropología Cultural por la Uned, y cofundador junto a Helena Sánchez del proyecto Rhizobium. (http://rhizobium.org/)
Organización que a través de la educación, la producción y el diseño, tiene como objetivo contribuir a la transformación de nuestros espacios de vida, nuestra manera de producir y consumir alimentos y nuestras interacciones con el entorno, al tiempo que plantea alternativas a la agricultura industrial.

Kike ha recorrido multitud de países trabajando en iniciativas sociales y ecológicas.
Hablaremos con él sobre sus proyectos, la actualidad medioambiental, el diseño en Permacultura, y la agroecología.
Abordaremos la necesidad de un cambio en los hábitos de consumo y alimentación de la sociedad, las dificultades en la implantación de modelos agroecológicos, y la inoperancia de las instituciones.
Así como de las posibles soluciones al uso indiscriminado de fertilizantes, herbicidas, y pesticidas químicos; el preocupante avance del cultivo de transgénicos, la contaminación del agua, la amenaza de las especies invasoras, la progresiva deforestación de nuestros bosques, y la destrucción generalizada del ecosistema.

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Muchas gracias a Kike Llanes y Helena Sánchez (rhizobium.org)

#permacultura #agroecologia #huerto #ecologico

Transcripción completa de la entrevista:

Permacultura en galicia

“No cultivamos vegetales, cultivamos el suelo y su biodiversidad” Helena Sánchez (rhizobium.org)

Hoy entrevistamos a Kike Llanes, diseñador en permacultura por el instituto de investigación de Permacultura en Australia, licenciado en antropología cultural por la Uned y co-fundador junto a Helena Sánchez del proyecto Rhizobium. Organización que a través de la educación, la producción y el diseño, tiene como objetivo contribuir a la transformación de nuestros espacios de vida, nuestra manera de producir y consumir alimentos y nuestras interacciones con el entorno. Al tiempo que plantea alternativas a la agricultura industrial.
Kike ha recorrido multitud de países trabajando en iniciativas sociales y ecológicas. Hablaremos con él sobre sus proyectos, la actualidad medioambiental, el diseño en permacultura y la agroecología.
Abordaremos la necesidad de un cambio en los hábitos de consumo y alimentación de la sociedad, las dificultades en la implantación de modelos agroecológicos y la inoperancia de las instituciones. Así como de las posibles soluciones al uso indiscriminado de fertilizantes, herbicidas y pesticidas químicos; el preocupante avance del cultivo de transgénicos, la contaminación del agua, la amenaza de las especies invasoras, la progresiva deforestación de nuestros bosques y la destrucción generalizada del ecosistema.

 

Permacultura en Galicia: Hola Kike, buenos días. Háblanos de tu trabajo en Montreal con los sistemas de ciclo cerrado. ¿Qué objetivos teníais con estos proyectos?

Kike Llanes: Hola, buenos días. Pues en Montreal básicamente lo que nos dedicábamos era a sistemas de producción de ciclo cerrado como has dicho que fueran lo más eficientes posibles en cuanto al espacio, para poder adaptarlos a una vivienda unifamiliar de unos 80 metros cuadrados, que sería el tipo. Nos dedicábamos a la agricultura urbana en ese ámbito porque la idea era utilizar espacios productivos de la ciudad que no se estaban utilizando no solo para la producción de comida y la educación y el contacto con el ciclo de los alimentos que se está perdiendo mucho en los grandes urbes, sino también para mitigar el efecto isla de calor que ocurre en ciudades… en madrid por ejemplo tenemos una diferencia de 8 grados por el calor que desprende el asfalto durante el verano, y tanto la limpieza de CO2 que ejecuta al aumentar la masa vegetativa que hay en la ciudad, como la parte educativa y de interacción como te digo eran un poco nuestros objetivos. Pero también intentábamos maximizar los espacios productivos con sistemas acuapónicos, hidropónicos, y cuando teníamos suficiente extensión, pues sistemas orgánicos.

P: ¿Qué acogida tuvísteis? ¿Cuál era la problemática de aquel entorno?

K: Pues la acogida era bastante buena porque hay que tener en cuenta mucho cuando hablamos de permacultura la localización física, ¿no?, tanto por el clima como por las características del entorno.
Montreal es una ciudad que puede tener un invierno de unos 5 o 6 meses a -20 grados,-30 grados, entonces la producción de comida durante la mayor parte del año está muy limitada por lo cual tienen que importar los alimentos, lo cual hace que’ sean pues de baja calidad porque tienes que madurarlos en cámara con gases y de alto precio. Entonces Montreal está concienciándose sobre el concepto de soberanía alimentaria, y lo que intentábamos era paliar un poco todo el tema de la importación construyendo sistemas en la ciudad que permitieran producir comida y después técnicas de envasado, de preservación, tanto al vacío como deshidratando, conservas, etcétera, etcétera…

P: ¿Hay lugar para la agroecología en los entornos urbanos?

Creo que sí, creo que las ciudades tienen un potencial enorme para la producción de alimentos, también creo que no es la panacea. Una ciudad va a ser muy difícil que sea… digamos, pues… autosostenible en ese respecto, simplemente ayuda. Y creo que hay dos efectos ahí como es el efecto isla de calor y el efecto que hablábamos antes de relación de la persona con el proceso de crecimiento de su comida… hay un estudio en EEUU que demuestra que el 70% de la gente que tiene contacto directo con la producción de su comida acaba consumiendo muchísimo más esa comida que produce, es decir, volvemos a lo básico, volvemos a comidas con muchos más nutrientes, vegetales, sin tantas grasas saturadas, sin azúcares añadidos, sin ser manufacturas y sobre todo con una menor huella de CO2.

P: De Montreal a Barajas de Melo. ¿Cómo se adapta la Permacultura a realidades tan diferentes?

Bien, después de la estancia en Canadá y de trabajar en agricultura urbana, nos fuimos a hacer prácticas a Chile a la zona… cerca de los bosques australes de Chile, y estuvimos allí varios meses, para cambiar un poco el contexto, porque claro, una cosa es trabajar en la agricultura urbana donde las limitaciones son muchas en cuanto al espacio, pero también las soluciones tecnológicas son mucho mayores.
Entonces al volver a españa nos encontramos con otro escenario completamente diferente.
Creo que al principio, en la fase de adaptación, cometimos un error que creo que es bastante común en los principiantes y que puede pasar en otros ámbitos que no son la permacultura, como es el ser dogmáticos. Cuando aprendes ciertas técnicas ves que funcionan en un ámbito… tiendes a querer aplicarlas en los nuevos contextos, pero no siempre esas soluciones son las adecuadas, pues a las nuevas realidades que te van encontrando, entonces te das cuenta de que lo que realmente te vale son los conocimientos de base… pues sobre fotoperíodo, sobre química en la agricultura, alimentación, compostaje… que sí puedes aplicar a las distintas realidades locales en las que te vas moviendo; y luego te encuentras que otras técnicas digamos… más dogmáticas, como puede ser la manera de plantar, de semillar, los marcos de plantación, las longitudes de las camas, los diseños de los sectores… varían muchísimo, tanto como en la climatología, como con la composición del suelo, como… digamos, varios factores climáticos y atmosféricos que limitan en la aplicación de ciertas soluciones.

P: Háblanos de la importancia del estudio previo de cada zona.

Sí, como dices, requiere un estudio previo.
Por ejemplo nosotros al mudarnos a Barajas de Melo, que es una zona en la alcarria conquense, con un clima muy diferente del que veníamos… habíamos hecho estudios climáticos, con datos gubernamentales de la aemet… también habíamos hecho estudios ambientales sobre composición del suelo, habíamos estudiado los fotoperiodos, las horas de luz, pero… tú puedes tener muchísimos datos en papel, pero la realidad en el terreno siempre es muy distinta.
Una vez que llegas, por ejemplo te puedes encontrar que tiene, como nos pasó a nosotros en una zona muy básica, muy calcárea, con betas de yeso, donde el ph es muy elevado… a 7.5, y te limita muchísimo las soluciones, con agua muy dura (alcalina), que estropea tus equipos de riego; con tormentas de viento de hasta 70-80 kilómetros/hora… que hace que no puedas utilizar cierto tipo de estructuras que sí funcionaban en otros lugares. Entonces todo eso lo tienes que adaptar a la zona.
Y todo eso pues es un proceso, lleva tiempo, porque las soluciones las pruebas, y hasta que prueban ser efectivas o no, dependiendo del tipo de solución, pueden pasar meses. Entonces es siempre un proceso, no es llegar y aplicar un sistema, sino es aplicar los conocimientos que tienes y en base a cómo va modificando pues… el medio ambiente en el que estás, y también la estructura social influye mucho, vas aplicando las soluciones que digamos… que vas experimentando… es una manera bastante empírica de trabajar.

P: ¿Qué es Rhizobium? ¿Qué labor estáis realizando?

Bueno, Rhizobium es un proyecto de permacultura que tiene tres patas, o se basa en tres pilares; que son: la educación, la producción y el diseño.
Es un proyecto agroecológico también, y bueno, es un proyecto que debido a la zona donde estamos quizás no era originalmente su sentido o su razón de ser, pero se ha convertido también en un proyecto de repoblación rural; donde creemos en crear un tejido moderno tanto económico como productivo en los pueblos y poder atraer a gente joven que está repoblando; por ejemplo… tenemos un buen ejemplo en Inglaterra donde el éxodo urbano al ámbito rural en los últimos 10 años ha sido el mayor que tenemos en el último casi siglo y medio. Entonces pues todo esto conlleva el salir de la mentalidad de: la ciudad es lo mejor… quiero vivir en la ciudad… porque la ciudad es en muchos casos un monstruo especulativo que te va escupiendo. Lo podemos ver con lo que está pasando en el centro de Madrid con los fondos buitre y todo eso te va desplazando, y creemos que hay potencial y posibilidad de poder crear tejidos ,tanto… digamos, productivos como socialmente satisfactorios para gente joven en los pueblos; y creemos que la agroecología es también una herramienta de intervención social no es sólo una herramienta de producción de alimentos.

P: ¿Puede la agroecología ser útil en la lucha contra la precariedad?

Sí, es también… también tiene una parte que es revalorizar técnicas de nuestros mayores que se utilizaron durante mucho tiempo, pero al llegar la revolución verde después de la segunda guerra mundial cuando los grandes complejos químicos por ejemplo que producían el agente naranja para los bombardeos en Vietnam, se separan; lo que tenemos es que se convierten en fábricas que luego producen glifosatos y pesticidas. Entonces esa mentalidad del agricultor, imagínate que para trabajar, antes a lo mejor tres hectáreas de hortalizas tú podrías necesitar cuadrillas de 20-40 personas dependiendo del cultivo. Mientras que después de la revolución verde nos metemos en modelos donde una persona puede cultivar muchísimas hectáreas y es altamente mecanizada. Eso tiene un coste social y económico enorme para el agricultor, porque un agricultor moderno lo primero que hace es firmar una deuda para los próximos 20 años de su vida. Tiene que firmar contratos específicos con los proveedores de maquinaria como son tractores, necesita financiación porque obviamente no lo puede pagar, tiene que firmar hoy en día ya contratos específicos con los productores de glifosato y herbicidas.
Incluso hoy en día con productores de semillas… ya tenemos el primer caso en la alcarria conquense, el año pasado de un abuelo de 65 años que casi no sabe… no sabía ni leer, con su visitante habitual y vendedor de semillas al cual le han cambiado las condiciones y le vende unas semillas de cereal que él reutiliza y reproduce. Lo denuncian… y al denunciarlo lo acaban condenado a seis meses de prisión y una multa elevadísima. La diferencia entre EEUU en la manera que se hace y España- es clara: En EEUU tú tienes a Monsanto, que contrató a sus propios inspectores como empresa privada para ver que otra gente no use sus genéticas… y en España era el Seprona el que ha ejecutado esta multa, que es un organismo público. Entonces si esa es la tendencia, es muy muy muy preocupante.

P: ¿Cómo recibe el agricultor este nuevo modelo?

Pues esto no es homogéneo, hay distintos tipos de reacciones… ahora lo que nos encontramos que siendo gente joven, al establecerse en una zona… pues tan despoblada y tan envejecida como es la alcarria conquense, que es una… es la segunda o tercera provincia europea en despoblación por habitante/kilómetro cuadrado. Tenemos poblaciones de 40 personas… de 400 personas… de 100… con 80 kilómetros entre ellas. Es digamos, un es un espacio social muy muy complicado porque hay mucha distancia, las poblaciones son muy pequeñas, los servicios son también mínimos… Entonces ahí tenemos agricultores que lo toman como una vuelta a sus orígenes, es decir, imagínate las diferencias en cuanto a la manera de entender la vida y ya no te quiero decir la política o la situación actual del país, que puedes tener con una persona de 75 años que se haya criado en un ámbito rural… pero hemos encontrado que el campo, la producción de alimentos y la agroecología, es una vía interseccional para poder llegar a ellos.
Porque es algo con lo que se identifican.
Con la producción de alimentos… con la artesanía que hay en esa producción de alimentos… de hecho muchísimos de ellos participan, nos ayudan, nos asesoran… y les hace ilusión ver gente joven que se está volviendo a dedicar a ello. También tienes el otro paradigma de agricultor maxi, que te ve como una amenaza y trata de competir contigo, cuando no entiende que los mercados son totalmente distintos. Una de las cosas principales que hace la agroecología es poner en contacto directo al productor de alimentos con el consumidor de alimentos. Date cuenta que llevamos hace dos semanas… tenemos que 5 toneladas de pepinos en granada tiradas en medio de una plaza porque las están pagando a 0,30 el kilo… y después las están vendiendo en un supermercado a 2 y pico. El ejemplo de los ajos de las pedroñeras donde se le paga a 0,40 el kilo a los productores de ajo y se venden hasta 5,20 y 5,50 en el supermercado… tenemos lo que ha pasado con los productores que trabajaban para Mercadona, poniendo toneladas de cebolla delante de los supermercados para impedir la entrada, como protesta; y de patata porque se están pagando a 0.01 el kilo y les venden por toneladas… Entonces se está llegando a un modelo donde todos los intermediarios y toda la gente que crece en esa economía intermedia dependen de un agricultor principal, un productor de alimentos. Y esa persona no puede vivir sin subvenciones. Entonces estamos subvencionando nuestro campo, pero nosotros cuando cogemos otros países como Unión Europea estoy hablando más o como EEUU… o como puede ser Zimbabwe, en África, que es un caso paradigmático… les obligamos a producir un monocultivo y a ponerlo en el mercado internacional dependiente del precio lo cual puede arruinar un país, y ya no te hablo de las economías familiares de gente que hacía policultivos, por no hablar de lo que hace al suelo… pero en cambio nosotros subvencionamos nuestra propia producción, entonces no sólo es muy hipócrita, sino que además eso crea una dependencia del agricultor del dinero público constante, mientras que esa persona ya solo por dedicarse a lo que se dedica ya ha contraído una deuda inmediata. Entonces es un modelo un poco perverso.

P: ¿Qué opinas del avance de los transgénicos? ¿En qué situación estamos?

Bueno, yo creo que los transgénicos de momento no son seguros porque no tenemos informes toxicológicos de lo que podría producir en el consumo a largo plazo. Aún así, comparado por ejemplo, con el contexto americano creo que en europa todavía podemos saber cuando un alimento que estamos adquiriendo, ya sea fresco o ya sea envasado, contiene trazas o está hecho con productos transgénicos.
Mientras que en EEUU por ejemplo ya no necesitas etiquetar eso y está mucho más dentro de la de la producción y del consumo, tanto animal como humano. El tema de los transgénicos yo creo que está derivando hacia un modelo en el cual unas pocas empresas, como puede ser ahora Bayern en España, que al adquirir Monsanto empiezan a hacer patentes sobre cultivos que ellos mismos han producido en el laboratorio. Y eso, claro, puede ser muy bueno para el cultivo, puede ser muy bueno para el agricultor… pero volvemos a lo mismo: ese agricultor necesita más hectáreas y tiene unas consecuencias horribles sobre sus cultivos, porque está matando la biodiversidad. Además no podemos olvidarnos que la OMS ha publicado un estudio este año donde ya por lo menos, no solo afirma, sino que reconoce que el 21% de los cánceres en la Unión Europea vienen dados por glifosato y por herbicidas, que están presentes en los alimentos que consumimos en nuestra vida diaria. ¿Cómo podemos frenar este avance de los transgénicos? Pues una buena manera de rebelarse contra eso es consumir en tus redes agroecológicas locales. Porque además de apoyar directamente al productor que tiene relación contigo directamente como cliente, comiéndote la cadena de intermediarios que se llevan más del 90% del valor de la producción (del valor final de mercado quiero decir) volvemos al ejemplo que ponía antes: a un a un agricultor tradicional de ajos de La Pedroñera que es la zona donde nosotros tenemos el proyecto, le pueden pagar 0,40 euros el kilo por un ajo de alta calidad morado y puede estarse vendiendo ese mismo al consumidor final a 5,20-5,40 euros. ¿Dónde está ese 90% del valor de diferencia? En las cadenas del medio. Esto por desgracia es algo que también estamos observando en la agroecología, porque nos damos cuenta los productores agroecológicos en red… por ejemplo en mi zona, que con otros proyectos como Lactonatur… … nos damos cuenta de que, claro, la persona que está produciendo está haciendo el trabajo, sacrificándose, porque no hay ningún tipo de apoyo institucional, ni siquiera comprensión institucional, y lo que estamos engordando en el medio… es digamos… comparado con el productor… una élite de gente que estudia la repercusión de la agroecología sobre nuestro sistema agroalimentario. Entonces tienes gente muy bien pagada en despachos, que te necesitan a ti como productor, que vives en precario, muchas veces con menos de un sueldo mínimo… porque no nos engañemos, esto no se hace para ganar dinero, esto lo hace si crees en lo que estás haciendo, es una manera de activismo, es una herramienta, la agroecología es una herramienta de intervención social. No es sólo una herramienta de producción.
Entonces lo que no puede ser es que algunos productores se estén partiendo la espalda tirando para adelante con cualquier circunstancia ya por no hablar de circunstancias vitales: de conciliación, con paternidad… y etcétera etcétera… y luego tienes, claro, los productores locales que están… digamos… pagando un precio muy alto para poder mantener abierto un proyecto como es nuestro caso, una pareja que no puede llegar pues muchísimas veces ni siquiera a un sueldo mínimo para dos personas. Y luego tienes una bolsa en el medio que yo no digo que sea necesario… que no sea necesaria… si no digo que hay que balancearlo, en el medio de gente que está estudiando con tus datos, interpretando tus datos, intentando escribir legislaciones para el futuro, que están en un despacho mucho mejor pagados pero son totalmente dependientes de que haya productores como tú, cuando en los dos años que llevo en este proyecto, dos años y medio ya, he visto tres o cuatro cerrar y la gente pues… se quema bastante rápido porque es un modo de vida muy duro.

P: ¿Qué otros problemas acarrea el uso de transgénicos?

Bueno, el cultivo de los transgénicos tiene cierta lógica si tú miras al sistema agroalimentario global como la industria que es. Una industria que necesita 7,3 unidades de combustibles fósiles para producir una unidad de energía Claro, eso no es sostenible en el tiempo, sobre todo pues, en tema de emisiones, transportes… aquí es importante mencionar que es algo que muchísimas veces no sabemos, que el 80% de la producción ecológica de España se exporta a europa porque alcanza un precio muchísimo más alto y nosotros importamos, por ejemplo los tomates… esos mismos tomates de invernaderos hidropónicos del norte de Europa. ¿Qué pasa con un cultivo hidropónico? Tú cuando haces una cromatografía para saber los contenidos de nutrientes de un cultivo hidropónico, de un cultivo acuapónico y de un cultivo orgánico, el cultivo hidropónico es el que menos densidad de nutrientes tiene. Si lo que queremos hacer es revertir un poco la tendencia a la especificidad porque eso es lo que está pasando con los transgénicos: tú eres un agricultor que tiene 30 hectáreas de cebada, pero claro, con 30 hectáreas tú no te puedes dedicarte a desherbar. La cebada vale 160-170 euros la tonelada y tú tienes que sacar un rendimiento a esa hectárea… entonces claro, los transgénicos lo que van a hacer es darte una planta que esté totalmente adaptada, que tú no puedes reproducir, porque cada año vas a firmar un contrato para comprar las semillas; lo cual pone otro coste económico sobre el productor. No tenemos un informe de toxicología de cuál es el efecto sobre nuestro organismo al consumir alimentos genéticamente modificados en el largo plazo, y yo creo que es de alto riesgo porque con los transgénicos necesitas un montón de glifosato y de herbicidas. Esos glifosatos y herbicidas es como… utilizan el suelo como si el suelo fuera un material inerte; no cuentas con los contenidos orgánicos, con la descomposición y con la biodiversidad; porque tú al suelo y a la planta le estás dando los nutrientes que necesita para crecer y al mismo tiempo estás aplicando glifosatos que ya sabemos que son tóxicos para el ser humano. Ya está comprobado por la organización mundial de la salud que son los responsables del 21% de los cánceres en Europa… y lo que estás haciendo es un producto nutritivamente de mucha menor calidad, pero más fácil para que un agricultor pueda producir más, más fácilmente. ¿Cuál es el problema del sistema agroalimentario global, aparte de las unidades de combustible fósil que necesita producir para producir comida? Pues tenemos el problema principal de que nosotros producimos comida hoy en día para 10 billones de personas, somos 7 billones y medio en el mundo; aún así un cuarto de la población… pasa hambre.
Entonces el problema de los alimentos no es un problema de producción, es un problema de distribución (y bueno, es un tema de justicia social, que ya toca muchísimos otros ámbitos que no tienen que ver con la producción…) pero que para luchar contra los transgénicos lo más eficiente es informarte sobre tu red agroecológica local y hablar con el productor y vas a conseguir alimentos de primera mano, mucho más frescos y como es en el caso de Rhizobium: Kilómetro cero. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que nosotros producimos alimentos y esos alimentos se consumen en un radio de 100 kilómetros a la redonda. ¿Qué pasa con estos alimentos también? ¿porque tienen más calidad? Un nicho, digamos, de mercado… bueno… digamos por llamarlo así, porque cuando tienes un proyecto de este tipo tienes que tener algún tipo de ingreso económico; obviamente tú no puedes competir vendiendo lechugas, cuando un supermercado, un productor le va a vender a una gran superficie a 0,10 la lechuga. Morirías de hambre. Ellos tienen cuatro hectáreas, tú tienes 6.000 metros cuadrados.
Entonces nuestra nuestra única parte hasta que las instituciones empiecen a tomar conciencia en lo importante que es usar sistemas de producción agro ecológicos para respetar nuestro medio ambiente, nuestra salud y también para nuestros paladares… ¿por qué?… Cuando tú plantas una planta en el suelo, la planta interacciona produciendo azúcares, en las raíces… con la biodiversidad que tiene alrededor. Esto es un intercambio natural que no pasa pues por ejemplo con los cultivos hidropónicos o con los cultivos que utilizan muchísimos fertilizantes. Esa interacción produce terpenos en la planta y esos terpenos son los que interactúan con nuestras papilas gustativas, por lo cual al final del día, un chef de un restaurante… pues digamos… de comida tal y como está de moda ahora, no sé cómo definirla… de nueva cocina, te aprecia muchísimo más los alimentos porque notan la calidad, notan el sabor, notan la intensidad de nutrientes, de terpenos, que tiene ese alimento en comparación con los que son industriales. Eso no quiere decir que siempre estén dispuestos a pagar lo que valen por ellos, quiere decir simplemente que los aprecian y nos encontramos con un nicho inesperado de economía que es parte de nuestra producción, vendérsela a… bueno… son precios más altos… digamos, cocineros de élite… para con esos ingresos poder financiar lo que es la parte social del proyecto; como son: talleres sociales, días de la naturaleza, repoblación y reforestación, etcétera etcétera…

P: ¿Hay un consumo responsable en España?

Creo que en España por desgracia nos movemos un poquito entre la concienciación y la moda. Entonces, sí hay una moda de consumir productos ecológicos pero no hay una concienciación real del consumidor diciendo: voy a apoyar a ese productor ecológico. También es natural porque ese consumidor puede esperar que sean las instituciones las que están apoyando con dinero público a ese productor agroecológico como hacen con un producto industrial, pero no es el caso. Realmente es muy frustrante irte a hablar con tus representantes políticos locales ya sea encargados de medio ambiente o de otra cosa y mencionar técnicas innovadoras como pueden ser los acuapónicos o como puede ser la agroecología, y…pues básicamente no entienden, ó la permacultura, y básicamente no sepan de lo que estás hablando y muchas veces no tengan mucho interés. Esa es la gente que a nivel legislativo es responsable de utilizar los recursos públicos para crear un mejor medio ambiente y calidad alimentaria y seguridad alimentaria para todos. Entonces en ese aspecto es muy frustrante. Yo pongo siempre el ejemplo, un modelo, que volvemos un poco a lo que hablábamos antes en la entrevista, sobre los dogmas; cuando aprendes algo, tanto una técnica de producción como una manera de implantarse sociológica y económicamente en un terreno utilizando la agroecología una vez más, insisto, como herramienta de intervención social. Y un ejemplo es el sistema con el que nosotros funcionábamos en Canadá a la hora de producir, era un sistema de cestas, cestas cerradas, porque el producto es local y de temporada; donde es tu productor el que te va a poner 7 ó 8 alimentos en esa cesta semanal ó bisemanal, dependiendo de lo que elijas, dependiendo de la temporada. Pues bueno, estamos en invierno, comeremos más cosas de hoja. comeremos rábanos, zanahorias, lechugas, coles… lo que sea digamos… natural comer en esa estación.
Eso es un cambio muy grande para el consumidor. El consumidor hoy en día, y todos hemos crecido así, estamos acostumbrados a comprar mangos en diciembre si queremos. Ó comprar tomates durante todo el año… es algo que obviamente no podemos sostener durante mucho más tiempo. Entonces vamos a tener que cambiar la manera de alimentarnos, para eso nosotros damos recetas con todas las cestas porque introducimos muchos cultivos de otras partes del mundo. Como puede ser el tat soi o el pak choi… pero la gente no está familiarizada con ellos. Al dar recetas, creas un ambiente de juego donde se crea una comunicación también directa con ese consumidor; que te pregunta, se interesa… y nosotros nos encontramos sobretodo con madres jóvenes que tienen bebés y que quieren alimentarlos… pues digamos de una manera más sana y responsable, tanto para el medio ambiente como para la salud del bebé. Un ejemplo práctico de esto es el sistema con el que nosotros funcionábamos en Canadá. Cuando tenías un consumidor, ese consumidor pagaría seis meses por adelantado el importe de las cestas. ¿Qué produce eso? Eso le da la seguridad al productor; que no está apoyado por las instituciones ni por el gobierno ni tampoco con dinero público, insisto, de poder organizarse. De poder en enero decir: voy a planificar mi producción, y sé que tengo estas ventas. Entonces como yo sé que tengo estos suscriptores que me apoyan voy a poder comprarme un nuevo material si lo necesito y voy a poder invertir en nuevas especies si los necesito. En Quebec ese modelo funcionaba con seis meses: el consumidor se comprometía con el productor pagando por adelantado seis meses. En francia es un año. En España lo máximo que hemos conseguido es gente que pague dos semanas por adelantado… lo cual cambia totalmente las reglas del juego económicamente; para sostenerte tú como productor tienes que tirar… pues de mucha imaginación… entonces nos basamos mucho en la educación, en talleres de reforestación, nos basamos mucho en la asesoría para el diseño de terrenos, nos basamos mucho en crear un pequeño valor añadido de nuestros productos sobre todo micológicos con setas para restaurantes de alta cocina y también nos basamos en los productos educativos. Productos educativos que puedan enseñar por ejemplo a un niño en el colegio simplemente con un rollo de papel higiénico, agua caliente y un poco de micelio… el ciclo completo de vida de las setas; y a plantar setas en su propia casa. Otra línea de investigación que creo que tiene muchísimo futuro es la Pestalotiopsis microspora: Es una seta que se ha descubierto en el Amazonas recientemente, que por desgracia los micelios son muy difíciles de conseguir (están en la universidad de Yale y no los comparten mucho…) pero esta seta es capaz de deshacer el poliuretano y produce etanol como un producto de ese proceso, que también se puede aprovechar.
Para entendernos, que esto puede sonar muy técnico; podríamos reciclar con micelios, residuos plásticos y residuos agrícolas.
La universidad de Yale tiene un prototipo que os animo a mirar, donde tú tienes una especie de bar en tu casa con unas hueveras que están llenas de agar-agar que es un alga que se vuelve un gel y se solidifica. Y ahí en esas hueveras tú vas alimentandolo con el plástico que tienes que reciclar.
Inyectas el micelio, la Pestalotiopsis microspora descompone el poliuretano en sus formas más básicas, produce etanol al aire en muy pequeñas cantidades, y al mismo tiempo produce una seta comestible.
Entonces te puedes alimentar al mismo tiempo que estás reciclando ese plástico. Estamos en la infancia de esto, esto necesitaría apoyo institucional y financiación a alto nivel… nosotros estamos jugando en un laboratorio que hacemos en casa con los materiales que podemos.

P: ¿En qué momento de concienciación está el consumidor? ¿Hay falta de información? ¿Es un problema educativo?

Sí, el problema un poco es el compromiso. no sólo la educación, nosotros tenemos suscriptores a las cestas que nos apoyan. que son responsables… pero va un poco también, supongo, con el modo de vida de las ciudades.
Nosotros, como te digo, hacemos comida kilómetro cero. Entonces repartimos tres estás en un radio de acción dentro de esos cien kilómetros. Uno de ellos es Madrid. Ahí, bueno, pues es un tema de ritmos de vida y de manera de organizarse… muchísima gente no tiene tiempo para cocinar. Pero lo que nos falta realmente es un compromiso del tipo, de decir: muy bien, yo no solo quiero comer rico, no solo quiero comer sano, no solo quiero esta cesta porque tenga una seta rosa que jamás vi, o no solo quiero esta cesta porque tiene un tat soi que he probado en mi vida y soy curioso y hoy la quiero, pero la semana que viene como hay berzas y coliflor, esa no la quiero. Ese tipo de consumidor, al fin y al cabo nosotros trabajamos con él, porque no tenemos otra opción. Pero la idea son consumidores responsables que nos ayuden a poder proyectar. Nosotros obviamente también tenemos una vida, somos una pareja, por desgracia necesitamos dinero para vivir, y a planear tu vida a más de una semana.
Vosotros daros cuenta que nosotros tenemos que estar constantemente diseñando la siguiente huerta, la siguiente plantación de setas, el siguiente sistema de compostaje, el siguiente bosque alimentario… para eso se necesitan recursos, tienes que comprar especies, tienes que comprar semillas, tienes que comprar materiales para hacer biofertilizantes y etc etc… entonces eso necesita es una pequeña seguridad económica. La precariedad constante en este mundo, en este mundo de la agroecología, quiero decir, y en este contexto de Rhizobium es lo que hace que siempre tengas que estar improvisando soluciones que de otra manera serían muy fáciles y tienes que acabar dando 100.000 vueltas para ahorrarte los cincuenta o cien euros que te supondría de inversión tener una solución, pues digamos más profesional, a un problema que está ahí.

P: En lo referente a la contaminación del agua. ¿Qué es más preocupante?

Bueno, claro, aquí hay una gran diferencia entre ponernos en Galicia, bueno, que es mi tierra natal y un tiempo del que siempre nos quejamos pero a veces no apreciamos: que el mar templa. Y no tienes temperaturas bajo cero ni temperaturas extremas en el calor y en ese rango y con el ph del suelo aquí puedes crecer un montón de especies que no puedes crecer en otras partes de España. Por ejemplo, en mi zona la oscilación térmica es enorme: puedes llegar a -5 grados en invierno… a 40-45 en verano; tormentas que se forman muy rápido de viento de 70 a 80 kilómetros/hora… entonces creo que lo primero es que tenemos que valorar lo que tenemos, porque esa es la mejor manera de ponerle un valor y de trabajar con él de cara al futuro. Luego el tema del agua en mi zona es muchísimo más preocupante que en Galicia. En Galicia obviamente ha habido mareas negras y tenemos la contaminación del mar… y luego el tema de las islas de plástico y los micro plásticos, que ya estamos empezando… había un estudio de national geographic de hace un par de meses donde compraban nueve marcas diferentes de sal y en ocho de ellas se encontraban micro plásticos.
¿Es algo para empezar a preocuparse? Hace tiempo. ¿Pero cuál es la línea subyacente a todo esto? La precarización de todos los empleos. Vemos un ejemplo muy claro pues a lo mejor en los incendios forestales que ha habido en Galicia tan bravos, la xunta un año después y dos años después no ha largado los contratos ni ha mejorado la situación de esos guardabosques y de esos forestales, que siguen en huelgas y siguen por turnos. Entonces ¿realmente nos preocupa el medio ambiente? ¿o solo la monetización del medio ambiente? Porque ahí sí que tenemos un problema. En cuanto al agua, volviendo al agua y a mi zona… el agua allí es oro. O sea, las precipitaciones son muy muy pocas, son escasas, pueden pasar cuatro o cinco meses sin llover. Allí está lo que se conoce como el mar de Castilla, que es el pantano de Buendía, y como sabéis el trasvase Tajo-Segura que crea muchísima fricción (incluso grupos de guerrilla que lo atascan) donde mandamos cada X, 20 hectómetros de agua para poder regar tomates que están bajo plástico en Murcia, los cuales la mayoría además luego vamos a exportar, para sacar esos 10 céntimos más o esos 50 céntimos más el kilo.
Entonces lo que tenemos que empezar a plantearnos… y eso creo que es transversal tanto al agua como lo es a la deforestación como lo es a nuestro clima… es si realmente queremos basarnos en una industria de combustible fósil con un sistema neocapitalista liberal que solo va a mirar el interés. Da igual que haya cuatro mil kilómetros para llevar esos tomates, que eso tengan una huella de CO2, si es económicamente viable en la economía de escala que construyen. Porque esto sólo es viable obviamente en grandes cantidades de producto, lo van a hacer. Independientemente de lo que eso signifique para la tierra o para tu salud como consumidor. El tema del agua lo que más estaría preocupado es la desertización de España. El año pasado, también en el 2017 el IMT ha sacado un estudio donde dice que el 70-80 % de España para entre el 2070 y 2080, si continuamos así será un desierto. Las zonas que quedarán habitables serán las zonas del norte: Cantabria… Galicia… etcétera etcétera… No estamos hablando del futuro, estamos viendo un contexto donde hay millones de personas migrando y la mayoría de ellos son migrantes climáticos, no solo por conflictos. No nos engañemos. Entonces podemos ver esos mismos procesos de migración de sur a norte dentro de nuestros estados, si no empezamos a poner una solución, si seguimos teniendo y utilizando el agua de una manera irresponsable, para que un pequeño grupo de empresarios puedan exportar productos como los tomates de los que hablábamos y beneficiarse de ellos y a eso le llamamos economía y a eso le llamamos producción de alimentos… el problema sólo puede empeorar.

P: ¿Cómo estamos perdiendo la batalla en frenar la deforestación?

Es un problema un poco de la manera en la que tú miras ese bosque, porque ese bosque que estás mirando puede ser un bosque que albergue las especies autóctonas y locales, la biodiversidad autóctona y local… la biodiversidad no nos olvidemos es riqueza. Es riqueza y lo puedes ver a nivel trabajo como agricultor: cuando aumentas la biodiversidad, aumenta el reciclaje de los residuos orgánicos, se mejora la fertilidad de la tierra, la retención de agua del suelo… por eso nosotros en Rhizobium siempre decimos que no cultivamos vegetales, nosotros cultivamos el suelo.
Que es lo que nosotros vamos a dejar a largo plazo, va a ser el beneficio del proyecto. En Galicia en la manera en la que se está haciendo yo creo que mira mucho al retorno económico en un muy corto plazo. Entonces si yo soy el dueño de cinco o seis hectáreas de bosque y sé que el eucalipto va a crecer antes… ¿porque me voy a preocupar de que una chaspa de eucalipto pueda prender a X metros y otra especie no? De que el eucalipto no sea autóctono… por mucho que nos empeñemos. De que además sea en cierta manera alelopático como lo es el nogal y produzca sustancias que inhiben el crecimiento de otras especies en un radio. Lo cual hace lo contrario que es fomentar la biodiversidad. Si nosotros cogemos al eucalipto en su ambiente natural que es lo que forman nuestros bosques de una manera extensa como es Australia, el eucalipto tiene un consumidor que es el koala.
De hecho el koala tiene esa pinta porque gasta el 80% del día intentando metabolizar los elementos tóxicos que hay en esas hojas. Entonces siempre que lo sigamos mirando como un proyecto de retorno a corto plazo, siempre que sigamos precarizando a la gente quees encargada de cuidar esos bosques, como son los forestales… siempre que los sigamos teniendo a turnos… siempre que no les estamos dejando acabar ni siquiera la temporada para ahorrarnos cuatro duros… No estamos realmente cuidando el medio ambiente. Lo que estamos haciendo es utilizar como una tienda nuestros bosques y nuestras huertas.

P: Háblanos de la contaminación de los acuíferos

La contaminación de los acuíferos es algo bastante salvaje sobre todo en las zonas de agricultura industrial más intensivas, como puede ser Castilla-la Mancha’ nosotros ahí plantamos gran parte del cereal que luego también exportamos. Para plantar ese cereal, volvemos un poco a lo de antes… tenemos grandes extensiones, tenemos un solo agricultor que tiene que estar ultra mecanizado para poder atender todas esas extensiones… obviamente eso tiene una huella de CO2 enorme… pero no es sólo eso. Como yo tengo tantas extensiones y el precio es tan pequeño del cereal y está controlado, lo que necesito hacer es que ese cultivo sea lo más eficiente posible. Para eso necesito más glifosato y más herbicidas.
Como echo en medidas que ni la planta ni la atmósfera va a absorber, todo eso se queda en el suelo. Al llover, eso por escorrentía cae a los acuíferos.
Esas mismas sustancias cancerígenas que estamos consumiendo en nuestros vegetales también las estamos consumiendo en el agua, más y más. Y luego está el problema de obviamente a nivel global de las islas de plástico y de los micro plásticos que también contaminan nuestras aguas. Otro gran problema del agua es la escasez. Si aumenta la temperatura global como ya hemos visto que está haciendo, estamos en 0.5 grados desde que se empezó a hacer la observación en los 50’ y en los 60’ lo que nos vamos encontrando es que cada vez hay zonas que se descertifican más. Pues España es un gran ejemplo. No tenemos más que ir a Andalucía o a Murcia donde casi no llueve y tenemos que estarles enviando agua para tener cultivos intensivos, que luego ni siquiera muchas veces se queda en el país, sino que se exportan. Entonces quizás esa contaminación no nos damos cuenta el recurso tan importante que es el agua. En un lugar también como Galicia donde tenemos embalses muy poco profundos, no es como castilla donde tienes embalses de grandes extensiones porque hay meses que no llueve. ¿Estamos aquí realmente preparados para años de sequía? ¿Estamos aquí realmente preparados para tener una calidad del agua, en un futuro, que no nos haga enfermar? En mi zona el agua es muy muy dura (alcalina) naturalmente, porque es una zona de formaciones kársticas donde hay muchas yeserías, donde hay mucha cal, donde el ph es muy alto. Entonces ese mismo agua en nuestro organismo deja unos residuos enormes. Lo puedes comprobar haciendo algo tan simple como haciéndote un té y viendo el residuo que queda en la olla, que es una capa enorme y también lo puedes comprobar como agricultor en los equipos de riego.
Si utilizas bombas, si utilizas cintas de goteo, lo que vas a ver es que constantemente eso se va a tapar, ese agua no está bien utilizada. Y luego también desperdiciamos muchísima, ese agua podría tener otros usos, podríamos filtrar nuestras aguas grises para volver a utilizar, para por ejemplo biofiltrar o microfiltrar; para después crecer abonos verdes como pueden ser las lentejas de agua. Para reapropiar y reusar en nuestros campos.
Entonces esa agua está teniendo un ciclo completo y está volviendo en forma de materia orgánica a la tierra. No estamos haciendo eso, estamos tirando simplemente agua contaminada al mar como si no hubiera mañana. Estamos desequilibrando el ecosistema y eso tiene una repercusión pues obviamente en el agua que bebemos.

P: Ante la grave situación de las abejas, ¿qué medidas se están adoptando?

Bueno, el tema de las abejas es un problema a nivel global. En galicia tenemos un problema muy gordo con la velutina y hay que mencionar que es una vergüenza que las principales soluciones estén saliendo de gente que toma el problema en sus manos y elabora una solución. No de las instituciones. Volvemos un poco a lo de siempre. No es un problema tan gordo en la zona donde yo vivo, no hay tanta población de velutina, pero las abejas están desapareciendo a nivel mundial.
Las abejas ,por ejemplo, de una planta transgénica no se pueden alimentar del mismo polen de la misma manera.
Entonces es muy importante tener corredores ecológicos en la huerta.
Nosotros en nuestra huerta está organizada en sectores de siete camas de 16,5 metros de largo por 0,75 metros de ancho, que tienen corredores ecológicos entre sectores. ¿Por qué? Los polinizadores son claves para la huerta. A no ser que vayamos a un futuro distópico donde tengamos que tener abejas drones que nos estén polinizando las plantas, necesitamos mantener a la población de abejas viva. Para eso hay que alimentarla.
Los corredores ecológicos además se pueden aprovechar económicamente. Muchos agricultores argumentan que no utilizan los corredores ecológicos porque no tienen un retorno económico.
Nosotros hemos encontrado que con ciertas especies de flores que utilizan las abejas también son utilizadas en la alta cocina para decoración y puedes sacar un rendimiento también económico de los corredores ecológicos. Es muy triste pensar así, pero es a lo que te obligan cuando lo único que se valora es el dinero, o poder sobrevivir o no. El problema de las abejas a nivel mundial se puede ver muy bien en California. En California ya están las primeras empresas que utilizan camiones con feromonas para atraer enjambres de abejas y tú puedes alquilar por semana. Si tú tienes una explotación agraria de X tipo y necesitas polinización, puedes alquilar y traer. Es el típico recurso que siempre ha estado ahí y nunca hemos valorado, y recientemente nos estamos empezando a dar cuenta de cuál es la sinergia con nuestra especie y las abejas. Y cuánto tiempo duraría nuestra especie sin las abejas. Estamos hablando de semanas, con una desaparición total de las abejas.

P: Háblanos más de Rhizobium y de vuestros proyectos

Bueno, Rhizobium es un proyecto de permacultura que está ubicado en Barajas de Melo, que es una localidad de la alcarria conquense, en la provincia de Cuenca y está ubicado en un molino de 1.480, que se llama el molino de los pobres. Parte del proyecto también es la rehabilitación del molino como un espacio social en el pueblo que siempre ha sido.
Ha sido una coincidencia totalmente pero nos hemos encontrado en un lugar que es el molino de los pobres que tiene un enorme valor emocional para varias generaciones del pueblo de Barajas de Melo, pues allí es donde han pasado sus primeras tardes de novios o donde han tomado su primera cerveza cada cual tiene un recuerdo. Entonces tanto para la gente muy mayor como para la gente muy joven es un lugar emblemático. Entonces eso nos ha ayudado muchísimo a conectar con gente que naturalmente venía a visitarnos, a hablarnos de un tilo centenario que del cual ya recogían tila sus padres, a pedirnos permiso para acceder… lo cual nos ha facilitado muchísimo el tema de instalarnos de una manera social, que la gente acepte y conozca el proyecto. El proyecto en sí, Rhizobium está basado en la educación, en la producción y el diseño.
La producción de alimentos, la educación sobre el cambio agroalimentario y de la industria agroalimentario que es necesario para poder… para que sea sostenible y no tener un sistema que esté utilizando 7,3 unidades de combustible fósil para generar una unidad de energía que podamos consumir los humanos. Ya por no hablar de todo el tema de contaminación… y Rhizobium utiliza muchísimo para la educación los talleres de los cuales se encarga bastante mi compañera de proyecto Helena Sánchez y también utilizamos el diseño de espacios productivos, de espacios de vida y la asesoría como para complementar el proyecto. Aparte de digamos lo que son la producción de alimentos en sí y el reciclaje de residuos plásticos también está dentro de nuestro radar. Ahora estamos empezando a intentar hacerlo con micelios. Rhizobium tiene una parte micológica, tiene otra parte también ,bueno, pues que se dedica a la agroecología, más a las hortalizas… también tiene un proyecto de voluntariado internacional en el cual nos visita gente de distintos países para aprender sobre permacultura y nos echa una mano también porque obviamente la carga de trabajo físico es enorme. Y dentro de Rhizobium también creemos muy importante colaborar con las instituciones en varios niveles. Hemos firmado recientemente un acuerdo de investigación con la universidad de Alcalá cuyo objetivo es crear una alarma sobre plagas para productores ecológicos. Los productores ecológicos al no utilizar pesticidas ni herbicidas nos encontramos con algunas plagas, sobre todo las que viven dentro del tallo de las plantas, que son muy difíciles de combatir. La idea de esta alerta es crear un servicio a nivel nacional en el cual se puede avisar a los agricultores que se quieran suscribir al servicio de qué tipo de plaga viene, a qué son resistentes, cuáles son los números y hacerlo con antelación para poder prevenir, que es realmente lo que hacemos en la agricultura ecológica, muchísima más prevención que digamos… matar plagas.

P: ¿Qué resultados y repercusion está teniendo Rhizobium?

Sí, si nos vamos un poco a nuestras actividades diarias organizamos un mercado agroecológico solidario en un espacio cultural que se llama casa de piedra, en el cual nos asociamos con otros grupos culturales locales; como grupos de música, de teatro, grupos de payasos… y ese espacio tratamos de transformarlo una vez al mes para educar a la gente sobre la agroecología y al mismo tiempo darle esa oportunidad a colaborar en ciertos proyectos locales como puede ser una asociación que se llama Afamit o como puede haber sido Open Arms. Darle una proyección a esas organizaciones y ongs que tienen un impacto muy grande pero que no llegan a veces a la gente, entonces el mercado agroecológico solidario tratamos de crear un ambiente donde no solo vayas a comprar unas verduras sino que puedes escuchar un concierto, puedes jugar, o puedes participar en alguna de las actividades informativas de las distintas asociaciones con las que colaboramos para hacerlo .También producimos cestas semanales todos los miércoles que repartimos en un radio de 100 kilómetros , porque en Rhizobium hacemos comida km0 (la comida se produce, se distribuye y se consume en un radio de 100 kilómetros) lo cual creemos que es muy útil para bajar la huella de carbono y aumentar enormemente la frescura y la calidad de los productos que consumes. Y también obviamente tenemos talleres educativos tanto con instituciones como con particulares, y talleres con gente en peligro de exclusión social porque tenemos un repunte enorme de la diabetes en Europa (de la diabetes tipo 2) que es por la cantidad de comidas que comemos con grasas saturadas, grasas vegetales, azúcares añadidos… hay un taller particularmente que nosotros consideramos muy útil: la gente de renta más baja suele ser la que suele desarrollar más diabetes porque digamos comen menos sano y también la población migrante que llega a un país nuevo donde no están familiarizados digamos con los productos frescos, suele también caer en esta tendencia. Un taller que a nosotros nos gusta particularmente con los niños que les hacemos representar con azucarillos, les informamos sobre la cantidad diaria recomendada de azúcar, cuáles son los efectos del azúcar refinado sobre el organismo, qué es un azúcar refinado y cuál no, y les hacemos que representen con azucarillos las cantidades que tiene por ejemplo un batido de chocolate o que puede tener un refresco y quedan sorprendidos… normalmente los subestimamos muchísimo.
Pero a lo mejor en sólo un bollito y una bebida refrescante hay dos veces o tres la cantidad diaria recomendada de azúcar, más luego todos los azúcares naturales que tomamos durante el día.
Entonces Rhizobium trata un poquito de utilizar la agroecología para intervenir socialmente, para informar, para educar… pero al mismo tiempo nos encontramos con que al no tener acceso a las instituciones ni a ningún tipo de línea de financiación pública, ni europea… tenemos que sobrevivir, tenemos que ingresar económicamente y para eso también utilizamos un poquito el mercado gourmet con algunos productos, sobre todo con setas que son especies un poco más extrañas, para conseguir ese valor añadido del producto que nos permita continuar un mes más. Porque la visión, la triste realidad de la agroecología y de las redes agroecológicas que estamos formando en la zona con otros productores, como pueden ser de quesos de cabra o de aceite es una realidad muy muy precaria, en la que tú estás en esto sólo si amas lo que haces o si realmente crees que esto puede producir un cambio, pero no lo estás por modo de vida, porque quizás no lo sé… trabajar en un bar te va a dar una seguridad económica muchísimo más estable

P: ¿Qué mensaje darías a la gente?

Bueno, creo que la agroecología es un cambio de paradigma en nuestro sistema agroalimentario, y a lo mejor no es una solución final pero sí que es un paso en la siguiente transición… entonces me gustaría bueno pues a todo el mundo que esté viendo estos vídeos animarlos a informarse, a conocer a sus productores agroecológicos locales, a informarse de sus proyectos, a utilizar los huertos urbanos, y a empezar a relacionarse un poquito más con la cadena alimentaria.
Porque si realmente te sientas en tu cocina o antes de comer echas un vistazo a lo que tienes en las manos… ¿cuántos envoltorios de plástico has abierto? ¿cuánto azúcar contienen esos productos? ¿En realidad qué valor nutricional hay en lo que te estás comiendo? ¿cuál es su coste en petróleo? ¿cuál es su huella de CO2? Mucha gente piensa que las soluciones son muy complicadas pero a veces las soluciones son tan simples como volver a relacionarnos con nuestra comida.

P: Ha sido un placer, muchas gracias

Muchas gracias