Cultivo de Maracuya en el huerto ecológico. Permacultura en Galicia
En esta ocasión os presentamos uno de nuestros frutos preferidos: El maracuyá.
El maracuyá es también conocido popularmente como “fruta de la pasión”, chinola, parchita, parcha o pasionaria. Esta fruta tropical, perteneciente al género Passiflora, es originaria de América del Sur, y crece de una planta trepadora que puede vivir hasta los diez años.
Variedades
Las variedades más comunes, caracterizadas ambas por el color intenso de sus frutos son el maracuyá amarillo y el púrpura.
El maracuyá amarillo crece y se desarrolla muy bien en zonas tropicales; requiere abundantes precipitaciones anuales y temperaturas constantes y elevadas. Es más resistente a las enfermedades y produce mucho más que otras variedades.
El maracuyá púrpura está mejor adaptado a zonas templadas, por lo que puede cultivarse a mayor altura; sus requisitos de pluviosidad son similares a los de la variedad amarilla.
Nosotros tenemos en nuestro huerto ecológico el maracuyá púrpura, que es el que os mostraremos.
Cultivo
Podemos cultivar el maracuyá a partir de semillas, esquejes ó acodos.
Es una planta con gran necesidad de agua, por lo que tendremos en cuenta este factor en climas secos, especialmente durante la época de crecimiento de la planta. Requerirá de riegos abundantes y regulares, especialmente durante el verano.
El maracuyá necesita suelos fértiles y con gran cantidad de materia orgánica para desarrollarse correctamente.
Hemos de emplazarla a pleno sol. Únicamente si recibe un promedio de 5 horas diarias de sol producirá frutos de calidad y en abundancia.
El maracuyá posee zarcillos que usa para sujetarse a una superficie o a otras plantas.
Al tratarse de una planta trepadora es necesario su entutorado, mediante espalderas, tutores ó emparrados.
Además de directamente en el suelo, podemos cultivarla en grandes contenedores, siempre que éstos tengan suficiente profundidad y con un diámetro no inferior a 40 cm, con un sustrato suelto y fértil, muy rico en materia orgánica.
El maracuyá se desarrolla bien en Galicia, formando grandes parras repletas de frutos, que van madurando progresivamente a lo largo del verano.
Flor
La flor del maracuyá, también conocida como flor de la pasión, es un auténtico espectáculo.
Fruto
En su madurez, torna a un color oscuro, y finalmente caerá por su propio peso. Es el momento de proceder a su recogida.
El “fruto” se va arrugando a medida que avanza su maduración. Esto es un fenómeno normal, estando su interior en perfectas condiciones. No es un síntoma de putrefacción.
En su interior el maracuyá alberga múltiples pepitas y jugo. Muy aromático, de sabor dulce y ligeramente ácido. Exquisito.
Propiedades nutricionales
En cuanto a su propiedades nutricionales, la fruta de la pasión posee un alto poder antioxidante, vasoldilatador, antiinflamatorio, analgésico y sedante.
Es una fuente de proteínas, tiene un importante contenido de carbohidratos y gran cantidad de fibra.
Además, el maracuyá destaca por su gran aporte vitamínico.
Su contenido en Vitamina C, es similar al del limón ó la naranja; cantidades muy significativas de Betacaroteno, Vitamina A, Vitamina B2, y mucha Vitamina B3, duplicando e incluso triplicando las habituales en frutas frescas.
En el aporte de minerales destaca el Potasio, Hierro, Magnesio, Fósforo y Calcio, así como oligoelementos como el zinc, cobre y selenio.
El maracuyá contribuye a equilibrar el nivel de azúcar ó glucemia en la sangre, ayuda en la lucha contra los radicales libres, mejora la digestión, combate el estreñimiento, previene el cáncer, favorece la reparación de los tejidos, fortalece los huesos, alivia los síntomas del asma y reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardivasculares y degenerativas, entre otras muchos beneficios.
Conclusión
En definitiva: una gran productividad, la belleza de sus flores, la exquisitez de sus frutos y sus numerosos beneficios nutricionales y para la salud convierten al maracuyá en una especie muy atractiva para incorporar a nuestro huerto ecológico ó bosque de alimentos.
Además es una buena alternativa a emplear en emparrados altos, semejantes a los de las clásicas viñas o viñedos emparrados, tan habituales en Galicia. Suponen una buena opción de control del microclima, generando áreas de sombra, ideales para merenderos o zonas para disfrutar al aire libre, protegidas de la fuerza del sol durante el verano.
Música:
«Bomber (Sting)» by Riot
«Hon Kyoku» by Doug Maxwell/ Zac Zinger
«September Pass» by Asher Fulero