Cómo plantar un árbol frutal. Permacultura en Galicia
https://www.youtube.com/watch?v=zI_r9QIxGhM
Al incorporar frutales a nuestro huerto ecológico, se nos pueden presentar en maceta, raíz desnuda, o cepellón.
En este caso disponemos de un frutal en maceta.
El momento más adecuado para proceder al trasplante será durante el invierno, cuando el árbol permanece en dormancia.
Si el frutal elegido viene en cepellón, habrá que sumergirlo en agua durante 15 minutos antes de plantarlo. Si por el contrario lo recibimos a raíz desnuda, deberemos “ir esparciendo” las raíces e ir cubriendo con tierra.
En el trasplante desde maceta:
Es importante limpiar de vegetación la zona donde vamos a establecer nuestro árbol frutal.
El hoyo que vamos a cavar ha de tener un diámetro de al menos el doble del ancho de la maceta.
En estos momentos tan fatigosos cualquier ayuda desinteresada será bien recibida.
En la base del hoyo distribuimos un abono de fondo ecológico: estiércol, compost, humus de lombriz, etc….
A continuación cubrimos el fertilizante con una fina capa de tierra, para evitar el contacto directo con las raíces.
Una recurso muy eficaz es espolvorear un ligero manto de esporas de micorrizas. La relación simbiótica que se creará, provocará que la planta reciba nutrientes minerales (y agua), al tiempo que aportará al hongo azúcares e hidratos de carbono y vitaminas que él no puede sintetizar.
Esta asociación mejora la estructura y biodiversidad del suelo.
El hongo proporciona a la planta protección adicional ante situaciones ambientales adversas y mejora la resistencia de la planta en condiciones de estrés hídrico, entre otros muchos beneficios.
Ha llegado el momento de sacar el frutal de la maceta, es conveniente descompactar las raíces de la parte inferior para evitar el llamado, precisamente, “efecto maceta”.
Es interesante añadir también micorrizas alrededor de todo el cepellón de raíces de la planta, espolvoreando suavemente las esporas.
Colocar el cepellón bien centrado, en el fondo del agujero, reposando sobre las micorrizas; encima de éstas se puede aplicar un fino manto de humus de lombriz en polvo o compost.
Vamos rellenando de tierra enriquecida con materia orgánica y abono orgánico.
Cubrimos el agujero, con cuidado de no tapar el tallo a la altura del injerto en caso de tenerlo.
Apretamos la tierra de la parte superior, alrededor del tallo, para que el cepellón asiente bien.
Regamos en abundancia, para eliminar los huecos de aire y que el sustrato se establezca de forma correcta. Podemos sobreponer una capa de materia orgánica, compost ó humus de lombriz.
Es esencial acolchar el área usando abundantes restos de hojas, virutas de madera, restos de poda triturados, etc… con ello, favorecemos la retención de humedad, evitamos el sobrecalentamiento con el sol, minimizamos la evaporación de agua, y reducimos la aparición de malas hierbas indeseadas. Este acolchado al irse descomponiendo irá aportando más nutrientes a nuestro frutal. Además, favorecerá la biodiversidad en nuestro suelo.
Con la incorporación de frutales a nuestro huerto ecológico, dispondremos de una de las plantas más útiles y prácticas. Al ser cultivos perennes (longevos), no tendremos que plantarlos todos los años para obtener riquísimos frutos con todas las garantías, Los árboles frutales ayudan a regular la temperatura, a mantener la fertilidad del suelo y aportan diversidad a nuestro bosque de alimentos.
Música:
«Bomber (Sting)» by Riot
«Hon Kyoku» by Doug Maxwell/ Zac Zinger
«Orange Sunset» by Quincas Moreira
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